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Destacats

L’apocalipsi segons Noé, el manetes del barri

  Quan al veïnat van començar a aparèixer rumors que la gent s’havia tornat encara més estúpida de l’habitual, vaig pensar: “Res nou”. Però un dia, mentre feia cua al supermercat per comprar cafè i cinta americana, vaig rebre una trucada inesperada. "Hola, Noé? Escolta, la cosa està molt xunga. Hem de parlar." Així va començar el meu malson... i la construcció de l’arca més cutre que mai heu vist. Va resultar que la terra estava "corrompuda i plena de violència". Vaja, com qualsevol dilluns al metro. Però aquesta vegada era més greu. Em van dir que havia de salvar el món construint una mena de nau espacial... però flotant. Una arca, em deien. Vaig pensar que era una broma, però no. Era jo, una serra i una pila de fusta resinosa. Les instruccions eren clares, però inhumanes. "Cento quaranta metres de llarg, vint-i-tres d’ample i catorze d’alt. I tres pisos, eh? Que no falti espai." Vaig fer càlculs ràpids i vaig entendre que necessitava més cinta americana....

El acertijo

En una pequeña ciudad costera, el 25/06/2024, el joven Ramon decidió embarcarse en una aventura que cambiaría su vida. Desde hacía 3 meses, había estado planeando un viaje en barco para explorar las islas cercanas que siempre habían despertado su curiosidad.

A las 10 de la mañana, Ramon estaba en el puerto, revisando los últimos detalles de su barco. Llevaba con él un cuaderno donde había anotado todo lo necesario para su travesía, así como una lista de cosas que quería descubrir y experimentar.

A medida que el sol ascendía en el cielo, Ramon navegaba hacia la primera isla, que se encontraba a 35 kilómetros de la costa. El mar estaba en calma, y la brisa fresca le llenaba de emoción. Al llegar, decidió explorar una cueva que había visto en un mapa antiguo. Con linterna en mano, se adentró en la oscuridad, sintiéndose como un verdadero explorador.

Después de 38 minutos de caminata en la cueva, encontró una sala oculta con antiguas pinturas en las paredes. Las imágenes narraban historias de navegantes y aventureros de tiempos pasados. Fascinado, Ramon pasó varios minutos contemplando cada detalle, sintiendo que había descubierto un tesoro histórico.

Mientras seguía explorando, encontró un cofre enterrado parcialmente en la arena de la cueva. Con esfuerzo, logró abrirlo y dentro halló una colección de monedas y joyas antiguas. Entre ellas, una moneda con el número 39 grabado en su superficie, lo que despertó aún más su curiosidad sobre su origen y valor histórico.

Satisfecho con sus descubrimientos, Ramon regresó al barco y navegó hacia la siguiente isla. En el trayecto, una tormenta inesperada apareció en el horizonte, y tuvo que utilizar toda su habilidad para mantener el rumbo. La tormenta duró exactamente 1 hora, pero Ramon logró salir indemne y con una historia más que contar.

Finalmente, al llegar a la última isla de su recorrido, desembarcó y comenzó a explorar. Encontró una pequeña aldea de pescadores, donde los lugareños le dieron la bienvenida con amabilidad. Pasó 12 días allí, aprendiendo sobre sus costumbres y disfrutando de la tranquilidad del lugar.

Cuando llegó el momento de regresar a casa, Ramon se llevó consigo no solo las joyas y monedas que había encontrado, sino también un sinfín de recuerdos y experiencias que atesoraría para siempre. El 25/06/2024 quedaría grabado en su memoria como el día en que comenzó su gran aventura.


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