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Secrets de bellesa que he après com a dona prehistòrica (i que tu també necessites!)

 Hola, sóc l’Eura, probablement la influencer de la meva tribu. Abans que et pensis que la meva vida és tot caçar mamuts i evitar ser devorada per un tigre dents de sabre, deixa'm aclarir una cosa: la supervivència també té estil. I sí, sóc jo qui el defineix. Primer de tot, el cabell. Ho veus? Llarg, salvatge i amb aquelles decoracions d’ossos que vaig trobar al dinar d’ahir. Això no és desordre; això és autèntica "hair couture". Quan algú em pregunta quina és la meva rutina de cura, només li somric i dic: "Una mica de fang del riu i paciència infinita amb els nusos". Ah, i les tempestes de sorra? El millor exfoliant. El meu secret de bellesa principal? La confiança. Un dia, mentre estava asseguda a prop de la foguera (i fingia escoltar els consells del xaman sobre com invocar la pluja), vaig entendre que l’actitud ho és tot. Pots portar la pell de mamut més desgastada, però si la portes com si fos d’alta costura, triomfes. No us penseu que tot és glamur. Hi ha

Cómo convertir una cerveza en el mejor escape existencial


la cerveza, ese líquido dorado que no solo calma la sed, sino que también anestesia el alma. ¿Qué es una tarde en un bar sin una cerveza en la mano? Absolutamente nada. Así que aquí estoy, en la barra de mi bar de confianza, mientras el ruido de fondo suena a “bla bla bla” y las luces tenues hacen que todo se vea más estético de lo que realmente es.

En serio, a veces parece que una cerveza es todo lo que necesitas para desconectarte de la monotonía de la vida. Pero no cualquier cerveza, no. Esa en la que te fijas porque brilla como el último rayo de esperanza antes de que decidas abandonar tus sueños y aceptar que ser adulto es una trampa cruel.

La primera toma es como un golpe en la cara de la realidad. Me siento como si estuviera participando en una versión en vivo de "¿Qué hago con mi vida?", pero, con cada sorbo, la trama de este drama existencial se vuelve más soportable. Es ese delicado equilibrio entre la felicidad y la tristeza, donde todo lo que necesitas es un vaso helado para convencerte de que, por unos minutos, no todo está perdido.

Pero el verdadero truco está en la cerveza fría y en saber beberla con estilo. Porque una cosa es tomarte una bebida y otra muy distinta es hacerlo como si estuvieras en una película de Tarantino. No me malinterpretes, no estoy aquí para darte una clase de etiqueta, solo digo que la cerveza es ese accesorio que convierte cualquier crisis en una película indie.

Así que la próxima vez que te sientas atrapado en el ciclo infinito de la vida moderna, haz lo más lógico: vete a un bar, pide una cerveza bien fría y disfrútala con la serenidad de quien ha aceptado que la vida es absurda, pero al menos tiene cerveza. 


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